14 comunidades indígenas desplazadas en el Alto Baudó
COMISIÓN VIDA, JUSTICIA Y PAZ. La Diócesis de Istmina-Tadó, a través de la Comisión de Vida Justicia y Paz, informa a la opinión pública sobre la gravísima situación que están viviendo las comunidades indígenas de los ríos Catrú y Dubasa, municipio del Alto Baudó, por causa de la confrontación entre actores armados ilegales que operan en la zona. Esto ha generado el desplazamiento de 14 comunidades y el pánico generalizado.
El Atrato: un río sin país
ÁLVARO SIERRA RESTREPO. ¿Cómo es ese otro país donde la guerra, el abandono, la pobreza sin esperanza y un régimen de tiranía son la realidad de cada día? Visto desde Bogotá y las ciudades, el Atrato es un trazo sinuoso en un mapa, en medio de una selva remota, que en la escuela enseñan como el río más caudaloso del país. Pero, ¿cómo viven las personas de nueve municipios del Chocó y tres de Antioquia para quienes esa línea es la arteria de sus vidas? Pocos colombianos saben las inmensas dosis de valor, de resistencia y de desesperado optimismo que demanda ser colombiano en el Atrato.
14 comunidades indígenas desplazadas en el Alto Baudó
COMISIÓN VIDA, JUSTICIA Y PAZ. La Diócesis de Istmina-Tadó, a través de la Comisión de Vida Justicia y Paz, informa a la opinión pública sobre la gravísima situación que están viviendo las comunidades indígenas de los ríos Catrú y Dubasa, municipio del Alto Baudó, por causa de la confrontación entre actores armados ilegales que operan en la zona. Esto ha generado el desplazamiento de 14 comunidades y el pánico generalizado.
El Atrato: un río sin país
ÁLVARO SIERRA RESTREPO. ¿Cómo es ese otro país donde la guerra, el abandono, la pobreza sin esperanza y un régimen de tiranía son la realidad de cada día? Visto desde Bogotá y las ciudades, el Atrato es un trazo sinuoso en un mapa, en medio de una selva remota, que en la escuela enseñan como el río más caudaloso del país. Pero, ¿cómo viven las personas de nueve municipios del Chocó y tres de Antioquia para quienes esa línea es la arteria de sus vidas? Pocos colombianos saben las inmensas dosis de valor, de resistencia y de desesperado optimismo que demanda ser colombiano en el Atrato.