Un Pacífico no tan pacífico
REDACCIÓN SUROCCIDENTE EL TIEMPO. La mortandad resulta silenciosa. Solo los obispos denuncian. Buenaventura y Tumaco (Nariño), el otro puerto Pacífico, fueron las ciudades colombianas donde más se disparó la criminalidad a partir del 2001. Chocó se enredó desde entonces en un torbellino entre los desplazamientos y las fronteras marcadas por grupos armados. En el litoral caucano, unos 60.000 pobladores de Guapi, Timbiquí y López de Micay sufren la violencia que se extendió cuando el glifosato les corría la cerca a cultivos ilícitos en Nariño.