febrero 2013

A lo largo del presente año, los municipios de Riosucio y Carmen del Darién han sido focos de diferentes manifestaciones de violencia por parte de los grupos armados ilegales, que operan tanto en el casco urbano como en las zonas rurales. Ello ha generado un ambiente de inestabilidad y temor constante en el día a día de la población.

ELTIEMPO.COM. En un fallo sin antecedentes, un juez de Tierras acaba de suspender hasta por seis meses las licencias, concesiones y estudios para otorgamiento de permisos mineros en las más de 50 mil hectáreas que conforman los territorios indígenas de los embera katío del Alto Andágueda. A través de una medida cautelar de carácter preventivo, el Juez protegió el 80 por ciento de este territorio colectivo, que está en riesgo de ser ocupado por terceros para la explotación de oro. Esta decisión afecta, entre otras, a la AngloGold Ashanti que posee siete licencias.

Los indígenas que habitan la carretera Quibdó-El Carmen de Atrato, se vieron nuevamente obligados a tomarse la carretera desde el 9 hasta el 13 de febrero. La Comunidad del 18, en donde se encuentra desplazada la comunidad del 90, es el centro de la protesta. Exigen el cese de las agresiones del ELN y el cumplimiento de los acuerdos realizados con el gobierno municipal, departamental y nacional.

COCOCAUCA. El ejército retuvo de forma arbitraria a Arison Candelo y Eberto Riascos el día 13 de febrero de 2013 alrededor de la una de la tarde en sus propias casas de la comunidad Calle Larga- Consejo comunitario de Mamuncia, distante a 30 minutos del área urbana de López de Micay. Las dos personas retenidas se dedican a actividades productivas del campo como agricultor y motosierrero (labrador forestal).

SEMANA.COM. La semana pasada dos desesperados llamados sacudieron a Colombia. “El abandono de Buenaventura es una vergüenza nacional”, dijo monseñor Héctor Epalza, obispo del principal puerto del Pacífico, en una sentida queja por la situación de violencia que vive la ciudad. Contó que solo en el mes de octubre hubo 32 balaceras y que en lo que va de este año ha habido 25 asesinatos, diez de ellos en una masacre.

La Iglesia del Chocó rechaza el cerco mortal de un “Paro armado” que aumentará la muerte de los niños indígenas, el bloqueo de los alimentos a los pueblos, la muerte de los pacientes por la prohibición de ambulancias, el confinamiento de las comunidades, el aislamiento de la población, el desabastecimiento general, el cierre de las escuelas y de los centros de nutrición infantil. Una vez más demanda al Frente Aurelio Rodríguez de las FARC el cese Inmediato del "Paro armado".

Los paros armados de la guerrilla en el Chocó se han vuelto un común denominador. En menos de un año ya van cuatro y el saldo para las personas civiles continúa en rojo. Nuevamente los altos mandos militares los desestiman, pero para los chocoanos es una realidad que enfrentan a menudo.

JUAN CARLOS GARAY. Hace 15 años esto hubiera sido impensable: una buena racha de grabaciones de música de la región Pacífica nos hace reconsiderar la denominación de “la costa olvidada”. Antes hubo discos, claro, y hasta un clásico que expandieron las ondas radiales: Peregoyo y su Combo haciendo el currulao Mi Buenave ntura con saxofones y bajo eléctrico, hacia el año 1967.