En defensa de los derechos humanos y comunitarios en
el Pacífico Colombiano

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actualidad

Barrio Lleras: Memoria de una resistencia

P. ADRIEL RUIZ GALVÁN. Si la guerra en Colombia ha durado más de 50 años, gran parte de ella se ha dado en Buenaventura, con más de 20 años de conflicto armado. Este ha trastornado y cambiado la vida de los porteños, acostumbrados a vivir en el olvido del Estado y en la miseria. Ahora, sus habitantes tienen que convivir con el peso de una guerra que ha dejado 100 mil desplazados, en su mayoría niños y jóvenes, y otro tanto de personas asesinadas, desaparecidas, torturadas y despojadas de sus territorios por la expansión del capitalismo o del desarrollo. En fin, como quien dice, esto es una Mala Aventura para los de Buenaventura.

Verdad, Justicia y Reparación para las Comunidades de Bojayá-Chocó

La delegación de Bojayá le presentó a los delegados de las FARC-EP en La Habana, una comunicación después de la solicitud de perdón, donde plantean las distintas fases por las que han pasado después de aquel fatídico 2 de mayo de 2002, día de la masacre. Reiteran que: "El perdón sólo lo puede otorgar cada víctima, cada sobreviviente, por eso nosotros llevaremos a nuestras comunidades esta declaración de petición de perdón que hoy ha hecho las FARC-EP".

Consulta a organizaciones para crear la Comisión Autónoma de la Verdad en territorios étnicos del Pacífico colombiano

Durante más de 20 años Las organizaciones etnicoterritoriales y la Iglesia del Pacífico colombiano hemos trabajado de la mano en los tiempos difíciles del conflicto armado, luchando por la defensa de la vida, la permanencia y la resistencia de los Pueblos del Pacífico colombiano en sus territorios. Hoy, esta coyuntura de los diálogos de paz nos interpela constituir una Comisión Autónoma de la Verdad, que como pueblos indígenas y pueblo afrocolombiano desde la Autodeterminación y mediante el ejercicio de la Autonomía en los territorios, contribuya a la construcción de una paz con memoria, desde el esclarecimiento de los hechos violatorios de los derechos y los respectivos daños a los territorios étnicos y sus pobladores que la guerra ha ocasionado.

Genaro García, otro líder negro asesinado en Tumaco

DIÓCESIS DE TUMACO. Genaro era uno de esos líderes ancestrales de la Costa Pacífica nariñense, un líder entregado por las causas afrocolombianas. Genaro era el Representante Legal del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, uno de los Consejos que en Colombia más ha sufrido por la violencia de los palmeros, los paramilitares y la guerrilla de las FARC. Todos los que lo conocimos recordamos a Genaro como una persona entregada y pacífica. Genaro fue amigo de la Diócesis de Tumaco desde los tiempos de la Hermana Yolanda Cerón, otra lider que también fue asesinada en Tumaco en el 2001.

Confluencia por la Democracia y contra la Guerra

La Confluencia -coalición que reúne a más de cien organizaciones sociales y no gubernamentales- presentó ante la Corte Constitucional una Intervención Ciudadana, en defensa del Estado Social de Derecho, la democracia participativa y la integridad de la Constitución de 1991.

Juez Baltasar Garzón en La María-Piendamó

EL ESPECTADOR. Garzón fue recibido con una calle de honor por parte de la guardia indígena en el resguardo de La María, en el municipio de Piendamó, departamento del Cauca, y luego escuchó las denuncias que los nativos le hicieron en materia de violación de derechos humanos.

DECLARACIÓN DE BUENAVENTURA, COLOMBIA

Con una tajante exigencia de declárese delito de lesa humanidad a las iniciativas y políticas legales que atenten contra el territorio y los ecosistemas del Pacífico colombiano, diversas organizaciones étnicoterritoriales del municipio de Buenaventura, lanzaron en el mes de abril la Declaración de Buenaventura, exigiendo la emergencia social.

Misión de verificación de DDHH de los pueblos indígenas del norte del Chocó

OREWA. La Asociación de cabildos indígenas Embera, Wounaan, Embera Dovida Katio, Chami y Tule del departamento del Chocó OREWA hace un llamado a los organismos humanitarios nacionales e internacionales, organizaciones sociales, organizaciones indígenas, cabildos mayores, entes de control del Estado y el ministerio Público al acompañamiento de la misión de verificación al Pueblo Tule y Pueblos Indígenas del Norte del Choco

El último rastro de la masacre del Naya

EDINSON ARLEY BOLAÑOS. La sangrienta incursión paramilitar que le cobró la vida a por lo menos 110 campesinos, en abril de 2001, conocida como la masacre del Naya cumple diez años de impunidad, destierro y violencia. Al parecer ni siquiera la extradición de los jefes paramilitares a los Estados Unidos fue suficiente para dejar en la impunidad la masacre del Naya. El terror y la violencia siguen reinando.